miércoles, 11 de abril de 2018

NOTIFALSARIO. 11 de abril de 2018

         


Cristina Cifuentes encuentra en su cómoda el TFM (Tonto Firmando Máster), y se lleva un gran disgusto al descubrir que había mentido a la prensa. Su trabajo no obtuvo una nota de 7´5, la nota que aparecía en el primer folio, de los tres que constaba el trabajo, escrita con un  Bic naranja de punta fina, era claramente un 10. Lo que no queda claro es quién la firmó.

Iñigo Errejón, uno de los más grandes expertos en la política, de concesión de becas universitarias, que tenemos en España, comentó indignado, desde Málaga: El máster-exprés de la Sra. Cifuentes, que en breve será la expresidenta de la Comunidad de Madrid, hace mucho daño a la institución universitaria.

Ha quedado claro que para hacer un Fácilmaster o cobrar una Buenabeca no hay nada mejor que dedicarse a la política.

Pablo Iglesias gana las elecciones generales en el 2020, y el Parlamento lo nombra director general de La Sexta.

El Sr. Puigdemont regresa a España para ser juzgado por cruzar un paso de peatones con la muñequita en rojo. O no regresa…

En Alemania no es delito que un Estado convoque un referéndum para abandonar la Federación, ni que El  Parlamento de dicho Estado proclame que abandona la República Federal. A día de hoy.

FALSARIO.


domingo, 1 de abril de 2018

Suspicacia. The Times, out.


A veces me apetece desayunar en casa echándole un vistazo a la prensa, en lugar de bajar al bar de la esquina. Ayer fue uno de esos días, y me encontré una noticia sobre un editorial de The Times que me llamó la atención. El antaño diario serio y riguroso hace tiempo que se convirtió en un diario con más pena que gloria. Sobre todo, cuando con esos cándidos aires de suficiencia que lo caracterizan y empapado de una soberana y graciosa ignorancia, trata asuntos españoles.

Me imagino que  The Times está cansado del Brexit, de bodas reales, de carreras de caballos, de cazar al zorro y de espías soviéticos. Hace unos días publicó un editorial titulado “España, otra vez”. ¿Otra vez, qué? Siendo  The Times y hablando de España lo único que podemos esperar, debido a su enfermiza hispanofobia, son ataques. Ladran, luego cabalgamos.

La causa de los ladridos, tal vez, se deba a que sus corresponsales analizan la situación española en Calella o LLoret de Mar a las cuatro de la madrugada, desde una terraza charlando con cuatro separatistas y tomando cerveza irlandesa o whisky escocés.

Como no hay más ciego que el que no quiere ver, yo no voy a corregir al Times en lo que es fácil de comprobar y no ha comprobado, me voy a limitar a comentar la brillante conclusión del editorial “Madrid necesita empezar a hablar a sus opositores en vez de encarcelarlos”.

El Gobierno de España, al que yo no voté, pero que es mi gobierno, no ha metido en la cárcel a ningún opositor, porque esos a los que llama opositores son políticos que han intentado separar de España uno de sus territorios históricos, incumpliendo la Constitución. La Justicia actuará con las máximas garantías; de esto no hay lugar a dudas, lo diga quien lo diga, sean belgas, suizos, escoceses o chinos.

Aquí en Nueva York, May me ha dicho en un inglés seco: “Times” y  en un español perfecto: “no times”.

¡Es increíble cómo aprende mi amiga neoyorkina!


AYLLÓN.